es importante por su acción sobre la formación
de los glóbulos rojos y de la hemoglobina de la sangre; durante el
embarazo protege al bebé contra deficiencias de la médula espinal o
el cerebro. Su carencia en los primeros meses del embarazo puede
causarle al bebé graves enfermedades, bajo peso al nacer y otros
problemas; en niños mayores provoca deficiencia del crecimiento,
anemia, etcétera. Se aconseja tomar dosis adicionales antes y
durante el primer trimestre del embarazo. Lo contienen las verduras
de hojas verdes, los tejidos animales como el hígado y el riñón,
la coliflor, la banana y el arroz, y en poca cantidad en las verduras
con raíz y tomates. La leche humana y las fórmulas para lactantes
tienen una concentración adecuada para el niño en crecimiento.