Se logra restando de las 40 semanas de un nacimiento a término, la
edad gestacional real. La omisión de la corrección de la edad de
acuerdo a la prematurez es un factor frecuente de error y conduce a
sobrediagnóstico de trastornos de cualquier índole en niños que
están creciendo y/o desarrollándose normalmente, y puede inducir
conductas inadecuadas.